sábado, 13 de junio de 2009

Foto de Mickey Rourke en Iron Man 2

Así se verá a Mickey Rourke en la secuela de Iron Man. El recuperado gran Mickey hará el papel del Ivan Vanko, enemigo ruso de Tony Stark, que en el film se transforma en el villano Whiplash. Éste sería su look, aunque algunos comentarios indican que se trataría de una versión "beta" del traje definitivo del personaje. En la película, además de Robert Downey Jr., claro, estará Sam Rockwell como Justin Hammer, un empresario rival de Stark. Está claro que buenos actores no le faltarán al film. Además, son un seleccionado de "reventados", así que será entretenido verlos interactuar. Pero habrá que esperar bastante. La peli se estrena en USA en mayo de 2010.

domingo, 7 de junio de 2009

JCVD


Título original: JCVD (Bélgica,Luxemburgo, Francia, 2008) / Dirección: Mabrouk El Mechri / Guión: Mabrouk El Mechri, Frederic Benudis, Christophe Turpin / Elenco: Jean-Claude Van Damme, Francois Damiens,
Zinedine Soualem / Duración: 97 minutos

JCVD es una rareza, y representa una verdadera sorpresa, no tanto por su calidad, sino por el salto cualitativo de quien la protagoniza: Jean-Claude Van Damme. De todos los íconos de acción de los '80 y '90, seguramente uno de los que menos rango actoral haya demostrado fue Van Damme, un experto en artes marciales nacido en Bruselas cuya mayor muestra de talento fue la forma en que habría sus piernas horizontalmente. Pero el tipo acá se redescubre con inteligencia, interpretándose a sí mismo, y nos revela un costado suyo que, tal vez, le abra un nuevo futuro en el mundo cine.
El film comienza con un gran plano secuencia de varios minutos durante el cual Van Damme avanza a base de puñetazos, patadas y explosiones varias en medio de un ejército enemigo. La escena, expertamente coreografiada, culmina repentinamente debido a un problema “técnico” que rompe la ilusión cinematográfica y nos revela que se trataba todo de un set de filmación. A continuación, vemos a un Van Damme exhausto que, luego del esfuerzo, trata de razonar con un indiferente director asiático, traductora de por medio. “Filmar en una sola toma me resulta muy difícil. Tengo 47 años”, trata de explicar. La escena, y las palabras del belga, marcan la pauta de lo que seguirá. Un film en el que se borra la línea entre realidad y ficción, durante el cual la (¿ex?) estrella toma en solfa a su vida pública y privada.

La historia nos muestra el presente problemático de Van Damme, quien luego de perder la custodia de su hija, viaja a su país natal en busca de, tal vez, algo de paz. En el interín se entera de que su futuro proyecto cinematográfico, necesario para recomponer algo su situación económica, se vino a pique porque el papel principal le fue finalmente otorgado a Steven Seagal. Con todos estos problemas a cuesta, JC debe ir de urgencia a la oficina postal para transferir una suma importante de dinero a sus abogados. Pero la situación se complica, y el tipo termina envuelto en un asalto con rehenes que lo tiene a él como principal sospechoso.
La narración está estructurada de forma tal que se muestra la situación desde distintos ángulos (algo no novedoso, pero bien llevado aquí), informándonos cómo Jean-Claude llegó a esta situación actual. Y a lo largo de toda la película hay observaciones, diálogos y situaciones que retratan de manera satírica a la fama y a la idea que el público tiene de las estrellas. Y si bien no todo lo que ocurre es idéntico a la vida real de Van Damme, es indudable que la mayoría de lo que se muestra está basado en su biografía.

Van Damme no sólo lleva a su propia persona (e imagen pública) a altos niveles de parodia y auto crítica, sino que logra una actuación sincera, con varios momentos cómicos y otros emotivos. En este sentido se destaca un extenso monólogo suyo, mirando a cámara, donde desgrana su vida y sus problemas abiertamente. Es una escena algo arbitraria, pero que Van Damme resuelve impecablemente. Pensando que este es un film/reality show, la escena bien podría ser el confesionario. Van Damme busca, obviamente, la redención. Y aquí lo deja claro.
En suma, un proyecto interesante. Imperfecto, sin dudas, pero que está muy por encima de lo que podría esperarse. Habrá que ver qué le depara el futuro al musculoso belga, pero si tomamos a JCVD como su primera jugada en busca de la recuperación, hay que decir que arrancó más que bien. Fue un paso arriesgado e inteligente. Y bien realizado.
No creo que se estrene en cine en Argentina, así que búsquenla por los medios habituales (DVD y de los otros). Vale la pena.