sábado, 21 de junio de 2008

¡Qué hijo de pu...!

Ya he dicho alguna vez que un aspecto que me parece fundamental en la actuación es el de divertir, entretener. Por eso defendí (bah, al igual que millones de personas) la gran sobreactuación de Daniel Day-Lewis en Petróleo sangriento. Una actuación tiene que guardar coherencia con el tono de la obra, y no con la realidad. Si una película es exagerada, también debe serlo la interpretación. Por otro lado, está en un gran actor otorgarle algo distintivo, algo extra, al personaje que interpreta. Se deben agregar gestos, miradas y actitudes que trasciendan la descripción que un personaje puede tener en un guión (imagino el de Piratas del Caribe, por ejemplo: "Un pirata errático, picarón, rastrero"... Y lo que hizo Depp desde allí). En definitiva, se debe lograr una verdadera creación. Y si hablamos de creaciones, hacía bastante que no veía una tan interesante en TV como la que realizó Michael Emerson, también conocido como Benjamin Linus, para la serie Lost.
El personaje de Ben es uno de eso tipos que amás odiar. En un minuto querés verlo muerto, pero al siguiente estás hinchando por él. Es uno de esos personajes enigmáticos, vuelteros, indescifrables, que nunca terminás de estar seguro si es un tremendo hijo de puta, un loco absoluto, o simplemente un idealista capaz de cualquier cosa con tal de salirse con la suya. Su mirada fría e imperturbable es un enigma permanente. Además, es un tipo físicamente insignificante, pero que transmite una capacidad tal que te podés creer que termine cagando a piñas a cualquier soldado que se le cruce por el camino. Siempre parece estar dos pasos adelante que los demás.

Un elemento muy importante que tiene este personaje (y el modo en que está interpretado) es el sentido del humor. A pesar de ser capaz de actos atroces, su forma irónica y altanera de proceder logra convertirlo en alguien, incluso, querible. De hecho, el contrapunto en su relación con John Locke los ha transformado, más de una vez, en una especie de dúo cómico.
En conclusión, un personaje que, en papel, podría haber sido un simple villano, pero al que este casi desconocido actor le imprimió una fisonomía y una actitud que lo llevó a dimensionarlo como uno de los principales motores de la serie. Es el típico caso del actor perfecto para el personaje indicado.
No tengo idea qué pasará con este personaje (ni con la serie), pero imagino que si los creadores son lo suficientemente inteligentes, veremos a Benjamin Linus hasta los últimos minutos del final mismo de Lost. Que así sea.

viernes, 20 de junio de 2008

Jueguito 17: tarde pero seguro

Sí!!! Apareció el jueguito. Algunos quieren bajarlo, pero no podrán.

Les recuerdo la tabla:

1-Martín: 350 pts.
2-Semila: 245 pts.
3-Peile: 180 pts.
4-Wonder Woman: 160 pts.
5-CCDSY: 130 pts.
6-Juliana: 110 pts.6-Mariano: 110 pts.
7-Mangosta: 55 pts.
8-Jorge: 45 pts.
9-Bitter: 40 pts.
10-Howard Roark: 25 pts.
11-Cecydececy: 20 pts.
12-Migoz: 15 pts.

La foto de hoy:


Las preguntas:

1-Actriz de la izquierda: 25 pts.
2-Actor de la derecha: 25 pts.
3-Un actor de esta peli (aquí en pequeño rol) fue nominado al Oscar por un film de la década del 60. Nombrar al actor y al film: 25 pts.
4-Un actor que participó en este film luego estaría en exitosa serie. Nombrar ambos: 20 pts.
5-¿Qué canción (y de quién) suena en la última escena del film?: 25 pts.
6-El año de esta peli, un conocido director estrenó dos filmes. Nombrarlo a él y a los filmes: 20 pts.

¡Buena suerte!

lunes, 16 de junio de 2008

Tarantino: genio desde el principio

Quentin Tarantino es uno de los directores que me recuerda por qué amo el cine. Es de esos tipos que te transportan, en cada película, a un universo único y personal. Cuando te sentás a ver sus filmes, sabés que estás iniciando un viaje hacia algo distinto. Y él mismo lo deja en claro. Todas sus obras, desde los títulos de apertura, dan cuenta de esto. Es imposible no sentirse enganchado, atraído e intrigado con todo lo que ocurre desde el minuto cero. Además, siendo Tarantino un conocedor casi enfermizo de la cultura pop, suele rescatar viejas y olvidadas gemas musicales, logrando apropiárselas para sus películas, quedando dichas canciones identificadas para siempre con los filmes. Ojo, me interesan aquí sólo los títulos de apertura. Algunas de sus películas, en especial las dos primeras, tienen diálogos inolvidables antes de que comiencen los títulos. Pero me remito aquí sólo a los créditos iniciales y su música, para mostrar cómo un genio puede utilizar a pleno todos los recursos disponibles.
Acá detallo las secuencias de títulos de sus tres primeras películas. Después de (re)verlas, desafío a cualquier amante del cine a no sentirse con ganas de ir corriendo a poner el DVD de cualquiera de ellas.

Perros de la calle (Reservoir dogs, 1992):
Luego de un diálogo inicial memorable entre un grupo de delincuentes de poca monta, en el cual Tarantino nos presenta a todos los personajes, vienen los títulos de apertura con "Little green bag" de fondo, un viejo tema de la George Baker Selection, que marcaría el tono musical de todo el film.




Tiempos violentos (Pulp fiction, 1994):

Comienza con otro diálogo memorable entre delincuentes, en este caso la pareja interpretada por Tim Roth y Amanda Plummer. Los títulos que le siguen ponen en primer plano el tema "Misirlou", una vieja canción griega en la versión surfera de Dick Dale, de 1962, que quedó pegada de manera indeleble a este influyente film. Sin embargo, antes de llegar al final de los créditos, la música cambia abruptamente a "Jungle Boogie", de Kool & the Gang. Quentin nos avisaba que este sería un viaje extraño e impredescible.




Triple traición (Jackie Brown, 1997):

El tercer film de Tarantino es un excelente (y maduro) policial que rinde homenaje a los grandes policiales de los 70s, así como también al cine de blaxploitation. Esto es evidente desde su protagonista, el ícono de la belleza negra setentosa Pam Grier, y desde su notable secuencia de títulos, en la cual suena el tema de Bobby Womack, "Across 110th Street", que originalmente había sido creado para el film policial de 1972 del mismo nombre. Quentin nos demostraba que era un genio de la creación y de la reinvención.