Quentin Tarantino es uno de los directores que me recuerda por qué amo el cine. Es de esos tipos que te transportan, en cada película, a un universo único y personal. Cuando te sentás a ver sus filmes, sabés que estás iniciando un viaje hacia algo distinto. Y él mismo lo deja en claro. Todas sus obras, desde los títulos de apertura, dan cuenta de esto. Es imposible no sentirse enganchado, atraído e intrigado con todo lo que ocurre desde el minuto cero. Además, siendo Tarantino un conocedor casi enfermizo de la cultura pop, suele rescatar viejas y olvidadas gemas musicales, logrando apropiárselas para sus películas, quedando dichas canciones identificadas para siempre con los filmes. Ojo, me interesan aquí sólo los títulos de apertura. Algunas de sus películas, en especial las dos primeras, tienen diálogos inolvidables antes de que comiencen los títulos. Pero me remito aquí sólo a los créditos iniciales y su música, para mostrar cómo un genio puede utilizar a pleno todos los recursos disponibles.
Acá detallo las secuencias de títulos de sus tres primeras películas. Después de (re)verlas, desafío a cualquier amante del cine a no sentirse con ganas de ir corriendo a poner el DVD de cualquiera de ellas.
Perros de la calle (Reservoir dogs, 1992):
Luego de un diálogo inicial memorable entre un grupo de delincuentes de poca monta, en el cual Tarantino nos presenta a todos los personajes, vienen los títulos de apertura con "Little green bag" de fondo, un viejo tema de la George Baker Selection, que marcaría el tono musical de todo el film.
Tiempos violentos (Pulp fiction, 1994):
Comienza con otro diálogo memorable entre delincuentes, en este caso la pareja interpretada por Tim Roth y Amanda Plummer. Los títulos que le siguen ponen en primer plano el tema "Misirlou", una vieja canción griega en la versión surfera de Dick Dale, de 1962, que quedó pegada de manera indeleble a este influyente film. Sin embargo, antes de llegar al final de los créditos, la música cambia abruptamente a "Jungle Boogie", de Kool & the Gang. Quentin nos avisaba que este sería un viaje extraño e impredescible.
Triple traición (Jackie Brown, 1997):
El tercer film de Tarantino es un excelente (y maduro) policial que rinde homenaje a los grandes policiales de los 70s, así como también al cine de blaxploitation. Esto es evidente desde su protagonista, el ícono de la belleza negra setentosa Pam Grier, y desde su notable secuencia de títulos, en la cual suena el tema de Bobby Womack, "Across 110th Street", que originalmente había sido creado para el film policial de 1972 del mismo nombre. Quentin nos demostraba que era un genio de la creación y de la reinvención.