Estamos en vísperas de elecciones en Argentina. Se nos ofrece a los votantes una galería de personajes impresentables que proponen no se sabe qué cosas, ya que no hay ideas, no hay debates, no hay nada... Sólo afiches y frases hechas. Y los “rehenes” elegiremos al que menos nos desagrade. Ah... la hermosa realidad... Mejor evadirse un rato y zambullirse en el mágico mundo del cine. Les propongo, entonces, rememorar algunos bellos filmes que tienen como protagonistas a candidatos en campaña...
Bulworth (1998): Warren Beatty protagonizó, escribió, dirigió y produjo esta comedia negra sobre un senador yanqui que entra en crisis existencial y, en medio de la campaña por su reelección, decide hablar francamente sobre todos los temas. Y hasta rapea en las entrevistas. Una muy buena sátira de un tipo que demostró, a lo largo de su carrera, ser un mucho mejor realizador que actor.
Bulworth (1998): Warren Beatty protagonizó, escribió, dirigió y produjo esta comedia negra sobre un senador yanqui que entra en crisis existencial y, en medio de la campaña por su reelección, decide hablar francamente sobre todos los temas. Y hasta rapea en las entrevistas. Una muy buena sátira de un tipo que demostró, a lo largo de su carrera, ser un mucho mejor realizador que actor.
Colores Primarios (Primary Colors, 1998): John Travolta hace de un candidato muuuy parecido a Bill Clinton y Emma Thompson de una mina muuuy parecida a Hillary en este drama de Mike Nichols. La trama gira en torno a su campaña presidencial, y a las miserias a las que recurren todos los candidatos. Vale la pena, aunque sólo sea por las actuaciones.
Bob Roberts (1992): Tim Robbins escribió, dirigió y protagonizó este falso documental sobre un ultraderechista en campaña para senador. Se desnudan aquí las sutiles formas con las que se manipula la información y a los votantes. Una película muy bien hecha, pero es de esas que te dejan con un sabor amargo, a no ser que seas fanático de Radio 10. Dale gassssss!!!
El Candidato (The Candidate, 1972): producida y protagonizada por Robert Redford. Un claro ejemplo del cine norteamericano de los 70s, una época brillante caracterizada por la seriedad y calidad de las propuestas. Se trata de una crítica ácida al sistema electoral en la cual Redford es el personaje del título, un improbable candidato a senador que pasa de simpático contrincante a insospechado ganador. De Michael Ritchie.