domingo, 31 de mayo de 2009

Para mí está loco en serio

Esta semana llegará a las salas argentinas Terminator Salvation, la cuarta entrega de la saga iniciada por James Cameron hace ya 25 años. En este caso, el protagonista es Christian Bale, quien se pone en la piel de John Connor, el líder de la resistencia humana contra las máquinas.
Bale
es un actor que siempre me pareció excelente, pero a quien siempre sentí también que le faltaba "algo". A pesar de la intensidad e integridad que le impone a todos sus roles (empezando por Psicópata Americano, pasando por El Maquinista, Batman y El tren de las 3:10 a Yuma), siempre sentí una distancia con sus personajes, como que no logré generar con ellos una conexión real. Es como si Bale sufriera no sólo de una falta de carisma, sino casi de una falta de humanidad. Y yo creo que esto ocurre porque el tipo está medio "chapa" en serio (quien lo dude, que clickee aquí para recordar su rabieta en el set de Terminator). Tal vez por eso su psicópata americano haya sido tan creíble. Es un actor sin dudas notable, pero al que creo que le falta esa cuota de encanto y empatía para convertirse en una verdadera estrella. Y a quien su, a veces, exagerada pose seria lo limita bastante en sus roles. En una entrevista reciente, Bale dijo que jamás filmaría una comedia romántica. Y hace bien, porque lo suyo, obviamente, no va para ese lado. Y a mí, en lo particular, tampoco suelen gustarme ese tipo de filmes. Pero sería interesante verlo a Bale, alguna vez, probar algo distinto. Dejar de lado ese ceño fruncido. Esa pose taciturna que parece encerrar a sus personajes siempre en un mismo rincón emocional.
Reitero, creo que Bale es un actor brillante. Pero pienso que está algo chiflado... Ojalá algún día logre soltarse un poco (y no que se le suelte la cadena, como ya le ha ocurrido).