viernes, 15 de agosto de 2008

Jueguito 25

Henos aquí reunidos para el jueguito. Mientras escribo estas líneas, la pregunta 3 del anterior posteo permanece sin responder. Si para cuando se publique esto aun sigue así, quedará vacante (esa pregunta, claro).

La foto de hoy (creo que es fácil):


Las preguntas (todas referidas a actores del film de la foto):

1-Actor de la izquierda: 35 pts.
2-Actor de la derecha: 35 pts.

3-¿Que áctor, y en qué film, le regala un pony a su hija?: 35 pts.
4-¿Qué actor, y en qué film, hace de un fanático de un candidato político?: 40 pts.

5-¿A qué actor, y en qué film, lo dejan tan mal herido que un compañero suyo lo remata por piedad?: 45 pts.
6-En un momento, el protagonista del film toca un instrumento en un bar, y en medio de su actuación hace un pequeño "homenaje". ¿A qué canción y de qué grupo?: 40 pts.
7-Uno de los personajes, en una pelea, mata a alguien. ¿Con qué elemento?: 40 pts.

8-¿Qué muletilla, onomatopéyica, utiliza uno de los personajes?: 40 pts.

9-¿Qué cosa dice el protagonista que hace enojar a toda una ciudad?: 40 pts.

10-¿En qué película del mismo año un personaje ayuda a su amigo gracias a una coreografía?: 50 pts.

Las reglas:

No se pueden contestar más de 3 preguntas por persona.
No se puede arriesgar más de una respuesta, por vez, a una misma pregunta.
Responder todo lo que se pregunta en cada caso. Si está incompleta, la respuesta no cuenta.
Si alguna pregunta tiene más de una posible respuesta correcta, sólo sirve la que yo pensé.

Suerte.

martes, 12 de agosto de 2008

Películas clásicas: Deliverance (1972)

Hace pocos días, haciendo zapping tarde en la noche, recalé en el canal TCM (cuya única falencia es que da casi todas las películas dobladas al castellano). Allí me encontré con un gran film que hacía rato que no veía: Deliverance. En castellano se le conoció como La violencia está en nosotros, título que si bien es innecesariamente más explícito que el original al menos hace un correcto análisis de la moraleja de la película.
El film muestra a cuatro amigos (Jon Voight, Burt Reynolds, Ned Beatty y Ronny Cox) que llegan a una apartada localidad del sur de USA para disfrutar de un viaje en canoa por los rápidos, en una zona que está próxima a desaparecer bajo el agua ante la construcción de un dique. La escapada no es más que una excusa para disfrutar de la vida al aire libre, con amigos y alejados de las obligaciones diarias de la ciudad. Pero el viaje sufrirá un inesperado desvío cuando, en medio de la travesía, dos de los aventureros sean interceptados por un par de lugareños que los someterán físicamente, convirtiendo a la experiencia en una verdadera pesadilla. Y obligando a los protagonistas a llegar a límites impensados para lograr sobrevivir.

La película, desde un principio, muestra el choque entre dos culturas muy distintas: la rural y la citadina. Los campesinos aparecen como seres hoscos y desconfiados ante la presencia de los visitantes. Algunos de ellos, incluso, son mostrados como personajes casi grotescos, resaltando sus deficiencias físicas y culturales. Este recurso se utiliza para remarcar la separación entre ambos mundos y acentuar la sensación de entrar en un universo extraño. El film nos muestra la forma en la que los protagonistas se sienten con respecto a estos lugareños. Los ven como algo exótico, y los tratan de manera ligeramente altanera y condescendiente.
Al comienzo del film se sucede una escena memorable que marca el tono de lo que vendrá. Mientras están detenidos en una estación de servicio, buscando alguien que los pueda guiar hasta el río, uno de los protagonistas se trenza en un “duelo” musical con un chico local. Él con una guitarra, el joven con un banjo. El chico tiene una extraña apariencia que implica alguna deficiencia genética (causada, seguramente, por las relaciones entre familiares). Y si bien ambos parecen disfrutar de este juego, la actitud final del joven (quien no emite palabra) demuestra recelo y hostilidad hacia el visitante. El muchacho, en definitiva, es quien gana el duelo. Esta es una escena, según mi punto de vista, ambivalente. Por un lado, nos muestra la posibilidad de unión entre estos dos mundos. Cómo dos seres tan diferentes pueden lograr acercarse, interactuar. Pero, principalmente, ese duelo nos preanuncia lo que se avecina. Estos “bichos de ciudad” están comenzando un viaje por un submundo que desconocen y donde cualquier cosa puede ocurrir. Y, de hecho, va a ocurrir.

La escena:

La película, dirigida por el inglés John Boorman, está admirablemente filmada. Totalmente rodada en escenarios naturales, logra transmitir una crudeza y un realismo pocas veces visto. Gran parte de esto se debe a sus protagonistas, quienes realizaron prácticamente todas las escenas de riesgo sin valerse de dobles. Las extensas secuencias de ellos arriba de las canoas atravesando los rápidos son de una veracidad increíble. Sus actuaciones, además, son muy destacables. Se nota por qué Burt Reynolds fue una estrella en la década del 70. Era un actor carismático y de gran presencia. Aquí, su fuerte apariencia y aire pedante dan justo con su personaje, especie de líder del grupo que se muestra como el más experimentado en medio de la naturaleza. Y que parece disfrutar, por momentos, de la situación límite vivida. Ned Beatty (el recordado asistente de Lex Luthor en las Superman originales) asume el rol más arriesgado, tanto emocional como físicamente, ya que su personaje, el más vulnerable, es quien sufre el peor abuso por parte de los atacantes. Y Jon Voight brinda otra perfecta actuación (en una época notable de su carrera) como quien terminará siendo el líder a la fuerza del grupo.
Un film único. Un drama de acción y suspenso que retrata la permanente lucha del hombre contra la naturaleza, y contra el hombre mismo. Que nos muestra cómo toda nuestra percepción de la vida y el modo en que la encaramos pueden cambiar drásticamente en cualquier momento. Y que nos recuerda que el horror más inimaginable no sólo se encuentra a la vuelta de la esquina, sino también en nuestro interior. Una obra que no ha perdido su potencia después de tantos años. Como verán, la recomiendo.