martes, 16 de marzo de 2010

Reseña doble: Loco corazón / Un sueño posible

Hace rato que no hago una reseña doble, pero creo que está bien hacerlo ahora, principalmente porque voy a hablar de las películas protagonizadas por los ganadores del Oscar a actuación principal. Además, creo que a ambas las une una característica: son historias que se desarrollan en ámbitos muy norteamericanos, pero que en realidad tratan temáticas universales. Así que aquí va:

Loco Corazón


Título original: Crazy heart (USA, 2009) / Dirección: Scott Cooper / Elenco: Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal, Colin Farrell, Robert Duvall / Duración: 112 minutos

Muchos han señalado, en ese afán por querer siempre comparar, que esta película era El luchador de este año. Y lo cierto es que la comparación no es del todo caprichosa. Como en aquel film de Darren Aronofsky, aquí tenemos un personaje en decadencia que alguna vez fue el mejor en lo suyo, pero que ahora sólo es apreciado por sus pocos y leales fans. Y, como en ese film, la cinta no tendría razón de ser si no fuera por su actuación central. Así como en El luchador Mickey Rourke cargaba sobre sus espaldas el peso de la película, entregando una actuación que lo puso nuevamanente en los primeros planos, aquí Jeff Bridges es quien se carga la película. Aunque en su caso, a diferencia de Rourke, lo suyo es una continuidad en lo que ha sido una carrera casi intachable.
Bad Blake es una leyenda de la música country que, ya lejos de sus mejores años, recorre las rutas de USA para tocar en pequeños bares de pueblos perdidos. Para hacer que su existencia sea más llevadera, se entrega a la bebida las 24 horas del día, por lo que sus actuaciones a veces terminan antes de lo previsto. Además, tiene que aguantar ver cómo Tommy Sweet, un joven al cual él le abrió el camino de la música country, es hoy la máxima estrella del género. En uno de sus viajes, en la ciudad de Santa Fé, Bad conoce a una joven reportera (Maggie Gyllenhaal), madre soltera, con la que empezará una relación. Pero la adicción de Bad a la bebida será un obstáculo difícil de superar para ambos.

Lo primero que hay que decir de este film es que no tiene muchas cosas originales para contar. Creo que cualquiera que haya leído las líneas previas notará que es una historia que les suena familiar. Pero lo mejor que tiene la película es, justamente, todo lo que no es: melodramática, efectista, exagerada. Esto sin dudas es en gran parte gracias a Bridges, quien tiene una forma de actuar tan natural que jamás da la impresión de estar, justamente, actuando. Con un look que hace acordar mucho a Kris Kristofferson, Bridges entrega una imagen completa de este músico acabado. Lo que vemos en pantalla no es un personaje, sino una persona. Si Bridges merecía o no el Oscar por este trabajo es un tema debatible (como con todos los premios). Si vamos al caso, este actor ha entregado actuaciones de similar calidad a ésta varias veces. Pero digamos que el hecho de que Jeff Bridges finalmente tenga un Oscar en su repisa no es para nada injusto.

La película se puede ver, aunque como dije no presentará ninguna sorpresa, y es muy posible que más de uno se aburra con la historia. Dependerá de su estado de ánimo y de la conexión que sienta con este solitario personaje que ha alejado sistemáticamente a sus seres queridos. Aquellos que aprecien también el valor de un actor con todas las letras, tendrán mucho para disfrutar. Y si les gusta la música country (cosa extraña en nuestro país), la banda de sonido es muy buena. Y Bridges canta realmente bien, por si le faltaba algo.







Un sueño posible


Título original: The blind side (USA, 2009) / Dirección: John Lee Hancock / Elenco: Sandra Bullock, Quentin Aaron, Tim McGraw, Kathy Bates / Duración: 129 minutos

Es oportuno hablar de esta película justo después de Crazy heart, porque la comparación es más que pertinente. Mientras que aquella se destaca por su naturalidad y realismo, ésta lo hace por su historia forzada, edulcorada y poco creíble. Algo realmente irónico, pensando en que está basada en una historia real.
The blind side cuenta la historia de Michael Oher, un joven negro de orígenes muy humildes que llega a un colegio privado gracias a sus capacidades deportivas. Con un físico de grandes proporciones, Michael es un chico extremadamente introvertido, con aparentes pocas luces, al que todos miran como un bicho raro. Pero todo cambia cuando Leigh Anne Tuohy, una mujer de clase acomodada y madre de dos alumnos del mismo colegio, al darse cuenta que Big Mike (tal como todos le dicen) no tiene dónde dormir, lo invita a quedarse en su casa. Lo que sigue, es la historia de cómo esta mujer tomó a este joven bajo su tutela, integrándolo a su familia y ayudándolo a progresar en su carrera deportiva.

Tengo que decir que en ningún momento la historia logró atraparme. Me pareció que su desarrollo es lento y sus personajes poco interesantes. La forma en que esta mujer adoptó a este chico, y la manera en que su familia lo aceptó, me pareció muy artificial. Que todo esto esté basado en una historia real no significa que el film sea necesariamente realista... Como dije, todo me sonó muy calculado, muy prefabricado. Ahora vamos a lo más publicitado de esta película, que es la actuación de Sandra Bullock. Es cierto que como Leigh Anne, la testadura y llamativa sureña de clase alta, Bullock logra un buen trabajo que sale de su registro habitual. Pero no es más que eso: un change of pace, como dicen los yanquis. O sea, es una performance interesante y distinta para alguien como Sandra Bullock, pero no me pareció digna de un Oscar, realmente. No puedo dejar de emparentar este premio con el otorgado a Julia Roberts por Erin Brokovich, otra actuación que fue exageradamente laureada. En el caso de Blind side también ocurre que el elenco que rodea a Bullock tiene el carisma de una babosa, lo cual la hace destacarse más. Comenzando por el novato Quinton Aaron como Michael (ok, el personaje es así, pero eso no quita que no sea un embole mirarlo), y pasando por el cantante country Tim McGraw en el papel del acaudalado esposo de Leigh Anne.

En fin. La verdad que no tengo mucho más que decir de esta película que, queda claro, me gusto muy poco. Está todo bien con las historia de vida y superación personal, pero cuando los hilos se ven mucho, se pierde un poco la gracia.

Un sueño posible se estrena en Argentina el 18 de marzo