
Lo que a priori parecería ser el tipo de película melodramática de la cual suelo escapar es una verdadera joya que, gracias a la brillante dirección de Julian Schnabel, trasciende el mero drama sobre un enfermo para convertirse en una obra superior. El film es un triunfo artístico al lograr transmitir la imaginación, el sentido del humor y la inteligencia de su protagonista, sin caer nunca en el golpe bajo o el efectismo. Basada en el libro escrito por Bauby, desmuestra que la imaginación logra trascender cualquier estado físico.
Mathieu Amalric está excelente en un papel casi imposible (demostrar emociones a través de un ojo). Y está rodeado de un elenco mayormente de mujeres, todas ellas muy bonitas y talentosas. También perfecto es lo de Max Von Sydow, como el padre de Bauby.
En definitiva, un film único que deja una sensación de alegría más que de tristeza. La alegría que genera el talento. En este caso, el del personaje protagónico y el de los responsables de realizar un film como este. Les recomiendo calurosamente que lo vean.

En definitiva, un film único que deja una sensación de alegría más que de tristeza. La alegría que genera el talento. En este caso, el del personaje protagónico y el de los responsables de realizar un film como este. Les recomiendo calurosamente que lo vean.