martes, 5 de enero de 2010

Brüno


Título original: Brüno (USA, 2009) / Dirección: Larry Charles / Elenco: Sacha Baron Cohen, Gustaf Hammarsten / Duración: 81 mins.

Brüno marca el regreso protagónico de Sacha Baron Cohen a la pantalla grande luego de su mega éxito Borat. Es un film aun más crudo y vulgar, pero menos gracioso y original que el anterior. Para quienes encuentren placer en el humor de trazo grueso, hay bastante para disfrutar. Aquellos que sean más delicados, mejor que se abstengan.
Cohen da vida al personaje del título, un presentador austríaco que conduce el show televisivo sobre moda más popular de los países de habla alemana (salvo Alemania). Pero debido a un desafortunado incidente en un desfile Brüno es despedido del programa, con lo que se le cierran las puertas del mundo de la moda. Entonces, decide viajar a los EEUU con el objetivo de convertirse en una celebridad. Dispuesto a todo, recurrirá a distintos métodos y personajes para buscar fama inmediata.

El estilo de Brüno es prácticamente el mismo que el de Borat. O sea, insertar al personaje en medio de situaciones incómodas buscando la reacción de las personas involucradas, todo filmado cámara en mano, a la manera de un reality show o de una cámara oculta. Hasta qué punto lo visto aquí es realmente improvisado va más allá de mi conocimiento. Lo que es indudable es que el antecedente de Borat le resta frescura a este recurso. Al igual que en aquella, Cohen se mete con grupos que son blanco fácil para la parodia o la reacción (fanáticos religiosos, homofóbicos, rednecks -sureños brutos de USA-, afroamericanos, líderes políticos de Medio Oriente, etc). O sea, busca reacciones de gente que es por naturaleza reaccionaria. Por otro lado, la historia central es muy similar a la de Borat, en especial la relación del personaje con su asistente y la eventual caída en desgracia. En definitiva, el factor sorpresa queda disminuido.

A pesar de todo, debo admitir que muchas partes de la película me resultaron muy graciosas. Como dije, en líneas generales el humor es bastante directo y vulgar (me niego a utilizar el término "políticamente incorrecto"). De hecho, creo que el mayor mérito de Cohen es el de no ponerse límites. Debe ser el cómico mainstream más radical en su propuesta (sólo se me ocurre South Park en el mismo nivel), aunque en algunos momentos su humor no parezca estar muy alejado del visto en los programas de Marcelo Tinelli. Pero por debajo de su comedia sensacionalista existe una mirada irónica y crítica de la sociedad actual, que queda algo relegada frente al impacto de algunas cosas vistas y escuchadas aquí.
En conclusión, recomiendo ver Brüno sin grandes expectativas y con las salvedades del caso. El que se rió con Borat, seguramente disfrutará esta película. Así de simple. Una hora y pico de humor (bien) guaso y un poco tonto, pero con algo de seso.