miércoles, 11 de noviembre de 2009

Grandes sobreactuaciones

No hay nada peor que un actor que sobreactúa. Que exagera sus tics. Que habla declamando... Pero hay veces en las que un papel necesita de la exageración. O que el tono de una película requiere de cierta extravagancia por parte del actor. En muchos casos, los papeles de psicópatas o villanos de distinta clase reclaman este tipo de enfoque. O sea, no siempre "menos es más." Y si bien me encanta el minimalismo de Bill Murray (que, a veces, también puede ser exagerado), de vez en cuando el griterío y la mueca exacerbada vienen bien. Acá les dejo algunas grandes sobreactuaciones que nos ha dejado el cine (habrá otra entrega):

-Daniel Day Lewis, There will be blood (2007)
En esta casi operística obra de Paul Thomas Anderson, Day-Lewis brinda una caricaturesca actuación como el magnate del petróleo Daniel Plainview. El irlandés brinda todo lo que el film requería. Y un poco más. Se ganó un merecido Oscar.




-Gary Oldman, The professional (1994)
Antes de achancharse en papeles más "normales" como en Batman y Harry Potter, y antes de dejar el alcohol, Oldman brindaba actuaciones fronterizas como en Sid y Nancy, State of grace o aquí, donde su corrupto policía antinarcóticos no conocía de reacciones medidas. Y tampoco era muy anti narcóticos que digamos.




-Robert De Niro, Cape Fear (1991)
Otro que hace rato no entrega alguna actuación que sorprenda. De hecho, creo que esta fue su última verdadera joya: Max Cady, un psicópata en plan de vanganza contra el abogado que no lo defendió como debía. Esta remake es un clásico de Scorsese, parodiado hasta por los Simpsons.




-Al Pacino, Scarface (1983)
No me canso de ver esta película. Es exagerada y ridícula como casi todo lo de De Palma. Pero es muy entretenida. Y Tony Montana es una verdadera creación de Pacino. El final, tras esa montaña de cocaína, es inolvidable.




-Ben Kingsley, Sexy Beast (2000)
Otro que sabe lo que hace. Quien alguna vez interpretó a Gandhi aquí se convierte en el ser más violento del mundo. Su Don Logan es uno de los villanos más exagerados, temibles y cómicos de la historia del cine. Y también persuasivo.