Antes que el Diablo sepa que estás muerto

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Título original: Before the Devil knows you're dead (2007) / Dirección: Sidney Lumet / Elenco: Ethan Hawke, Philip Seymour Hoffman, Albert Finney, Marisa Tomei, Rosemary Harris, Amy Ryan / Duración: 117 minutos

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Dicen que el Diablo sabe más por viejo que por diablo. Y parece que es cierto nomás. Sydney Lumet, con 83 relucientes años, conserva una energía y una claridad que más de un director joven envidiaría. Creador de films inolvidables como 12 hombres en pugna, Serpico, Tarde de perros y Network, por nombrar sólo unos pocos, demuestra aquí que no ha perdido el pulso para contar un drama policial como se debe.
La trama se centra en dos hermanos. Hank (Ethan Hawke) es un tipo que no tiene la suerte de su lado. Estancado en un trabajo mediocre en un restaurante, no logra siquiera cubrir las cuotas de manutención de su hija adolescente. Su hermano mayor, Andy (Philip Seymour Hoffman), mucho mejor acomodado económicamente, necesita pegar un salto cuantitativo en su cuenta bancaria para poder comenzar una vida nueva junto a su esposa y así revivir su relación. Ante este panorama, a Andy se le ocurre un plan que parece infalible: organizar un robo a la joyería de sus padres. El negocio, de carácter familiar y sin guardias de seguridad, pinta como un objetivo accesible. Pero como es habitual en este tipo de historias, nada saldrá como era esperado.
Al contar el guión de este film, no puedo dejar de emparentarlo con El sueño de Cassandra. Ambas historias giran en torno a dos hermanos que recurren, excepcionalmente, al delito para solucionar sus problemas. Pero las similitudes se cortan allí. Mientras que la película de Woody me pareció anodina, poco imaginativa y carente de fuerza, ésta me transmitió todo lo contrario. Se trata de un thriller que sabe perfectamente lo que quiere contar y cómo contarlo. Lumet, evidentemente, se siente mucho más cómodo que Allen en este tipo de historias, logrando imprimirle al film un ritmo sostenido e intenso. Es muy destacable el modo en que está narrada la película, desestructurando el tiempo del relato y mostrando los sucesos desde distintos puntos de vista, lo que va creando un rompecabezas que, de a poco, pone al espectador al tanto de las diferentes aristas de la trama (que incluyen algunas miserias familiares que no contaré aquí).

Las actuaciones de los dos protagonistas son muy destacadas y ayudan en gran medida a dar con el tono dramático que la historia reclamaba. Ethan Hawke viene demostrando un crecimiento interesante en los últimos años. Su actuación transmite el grado de desesperación y desilusión de alguien a quien la fortuna le dio la espalda hace rato. También ayuda que el paso de los años vaya dejando atrás su cara de niño bonito, otorgándole un mayor carácter. Seymour Hoffman, por su parte, es un actor que está entre los más destacados de la actualidad. Aquí también se luce como un tipo frío y manipulador, que está caminando por un borde del cual sabe que está a punto de caer. Es un personaje volatil, conflictuado y, en última instancia, patético.

Como el padre de ellos está el inglés Albert Finney, un venerable actor que siempre aporta calidad con su fuerte presencia. Y cerrando los roles principales está Marisa Tomei, como la esposa de Andy. En su caso, lo que más vale la pena destacar es que aparece desnuda un buen número de veces, algo que, creo, sorprenderá muy gratamente a la platea masculina. La chica, algo madurita, está para el crimen (qué conveniente). Su papel me pareció algo desdibujado pero, ¿a quién le importa eso? Gracias Marisa por ser tan generosa con nosotros.
En conclusión, un muy buen thriller de un gran director. No será una de sus mejores películas, pero recordemos que Lumet es el creador de varios clásicos, por lo que sería injusto reclamarle llegar a ese nivel. Uno de los policiales más solventes del último año, sin dudas.

Antes que el Diablo sepa que estás muerto se estrena en Argentina el jueves 10 de julio.