jueves, 29 de enero de 2009

Feliz cumple a mí...

Hoy es mi cumpleaños. 33 añitos... La verdad, no tengo mucho para decir al respecto. En general, estoy bastante satisfecho con mi persona, aunque tengo varias cosas pendientes y por mejorar (menos mal). Pero tengo una esposa hermosa y una hija divina. Y físicamente estoy bastante bien. Juego al fútbol, voy al gimnasio. Eso sí, hay algunos dolores aquí y allá que antes no existían, pero en líneas generales me mantengo activo. En todo sentido... Hoy haré un festejo moderado, el cual incluirá algo de vino, posiblemente fernet, y finalmente champagne, obviamente. Pero todo dentro del marco de la moral y las buenas costumbres...
A modo de homenaje, me dedico a mí mismo esta bonita canción de Pulp llamada "Dishes", perteneciente a esa obra maestra que es This is hardcore. En este tema, el genial Jarvis Cocker relata su propio sentir al cumplir esta edad tan particular, haciendo una analogía con cierto célebre personaje (ídolo de Mel Gibson). Por suerte, a mí no me toca cargar con ninguna cruz. En definitiva, tal como canta Jarvis, soy simplemente un hombre. Lo que no es poco.
Les dejo la letra de la canción (en inglés y castellano). Como todas las de Pulp, vale la pena.
¡Salud! (¡¡y por muchos años más!!)



I am not Jesus though I have the same initials
I am the man who stays home and does the dishes.
And how was your day?
Is that woman still trying to do your head in?


A man told me to beware of 33.

He said,
"It was not an easy time for me"
but I'll get through

even though I've got no miracles to show you.


I'd like to make this water wine
but it's impossible.

I've got to get these dishes dry.

I'll read a story if it helps you sleep at night.

I've got some matches if you ever need a light.

Oh I am just a man
but i'm doing what I can to help you.


I'd like to make this water wine

but it's impossible.
I've got to get these dishes dry.


And I'm not worried
that I will never touch the stars

cos stars belong up in heaven

and the earth is where we are.
Oh yeah.

And aren't you happy just to be alive?

Anything's possible.

You've got no Cross to bear tonight.

No not tonight.
No not tonight.

I am not Jesus though I have the same initials.



No soy Jesús aunque tengo las mismas iniciales
Soy el hombre que se queda en casa y lava los platos.
¿y cómo estuvo tu día?

¿Esa mujer todavía está intentando hacerte la cabeza?


Un hombre me dijo que me cuide de los 33.

Él dijo, “no fue una época fácil para mí "

pero yo lo lograré

Aunque no tenga ningún milagro para mostrarte.


Quisiera convertir este vino en agua

pero es imposible.

Tengo que terminar de secar estos platos.


Te leeré una historia si te ayuda a dormir de noche.
Tengo algunos fósforos si alguna vez necesitás fuego.

Oh soy apenas un hombre

pero estoy haciendo lo que puedo para ayudarte.


Quisiera convertir este vino en agua

pero es imposible.

Tengo que terminar de secar estos platos.


No me preocupa que nunca toque las estrellas
porque las estrellas pertenecen al Cielo

y la Tierra es donde estamos.
Oh sí.

¿No estás feliz tan sólo de estar vivo?

Cualquier cosa es posible.

No tienes que cargar ninguna cruz esta noche.

No, esta noche no.


No soy Jesús aunque tengo las mismas iniciales.

domingo, 25 de enero de 2009

Héroes anónimos (Parte 3)

A pedido del amigo Ale reaparece este viejo segmento en el que trato de poner en primer plano a aquellos actores secundarios a los que hemos visto infinidad de veces, pero de los cuales muchas veces no sabemos ni el nombre. Hoy, en homenaje al flamante presidente de los EEUU, Barack Obama, les traigo un quinteto de talentosos actores negros. Los Globe Trotters al lado de estos son un poroto...

Bill Nunn: a este señor lo venimos viendo desde los '80, época en la que empezó a hacerse notar en films de Spike Lee como School Daze (1988) y Do the right thing (1989), donde interpretaba a Radio Raheem, el personaje que iniciaba el conflicto principal de ese polémico film. Tipo grandote y de presencia serena, ha venido actuando asiduamente desde entonces. En los últimos tiempos lo hemos visto en las películas de la saga de Spider Man.


Giancarlo Esposito: hijo de padre italiano, este actor también le debe algo de su fama a Spike Lee, ya que apareció en cuatro de sus películas: School Daze, Do the right thing, Mo' better blues (1990) y Malcolm X (1992). Pero también actuó bajo las órdenes de otros grandes directores, como Michael Mann, Jim Jarmusch, Bryan Singer y Abel Ferrara, además de aparecer en varias series de TV. Uno de esos actores todoterreno, siempre confiables.

Charles S. Dutton: un ex convicto que empezó a interesarse por la actuación en la cárcel. Comenzó con papeles pequeños en cine y TV a mediados de los '80, logrando en la década siguiente roles en filmes importantes como Alien 3 (1992), Menace II society (1993), Rudy (1993) y Seven (1995). Actor corpulento, de fuerte presencia, suele interpretar policías o personajes con cierta autoridad. En los últimos años lo vimos en Gothika (2003) y Secret window (2004).

Delroy Lindo: actor de larga trayectoria en teatro y cine que comenzó a ser una cara reconocida desde los '90, actuando en filmes como Malcolm X, Mr. Jones (1993), Clockers (1995), Get Shorty (1996), The Devil's advocate (1997) y The Cider House Rules (1999). Es un actor de calidad, que interpreta con la misma convicción personajes oscuros (sin ánimo de chiste) y otros más queribles.

Chiwetel Ejiofor: la verdad, no sé pronunciar su nombre, pero este actor inglés nacido en 1974 es uno de los más destacados de los últimos años. Tal vez su primera aparición en cine haya sido en Amistad (1997), pero fue con Dirty pretty things (2002), de Stephen Frears, donde se hizo notar. Realmente versátil, ha venido demostrando su rango en varios filmes importantes: Love Actually (2003), Melinda and Melinda (2004), Four Brothers (2005), Inside Man (2006), Children of men (2006), American Gangster (2007). Un actor del que escucharemos mucho en los años venideros.

martes, 20 de enero de 2009

Tarde pero seguro: Supercool


Título original: Superbad (USA, 2007) / Dirección: Greg Mottola / Elenco: Jonah Hill, Michael Cera, Christopher Mintz-Plasse, Bill Hader, Seth Rogen / Duración: 118 minutos

Recientemente tuve oportunidad de ver esta comedia (originalmente llamada Superbad) de la cual había escuchado maravillas. Y debo admitir que la sensación, al terminar de verla, fue de gran decepción.
El film se presenta, inicialmente, como una de las tantas comedias adolescentes que ya hemos visto antes: tres estudiantes, típicos loosers en el último año del colegio secundario, harán lo imposible por llevar alcohol a una fiesta de egresados, con el objetivo de, claro está, finalmente ponerla. Dos de ellos son mejores amigos de toda la vida, mientras que el tercero es un nerd indescriptible que obtiene un falso carnet de conducir (¡de Hawai!) para poder comprar las bebidas. Lo insólito es que para el carnet apócrifo eligió el nombre McLovin (así, a secas), algo no muy creíble para una identidad normal... La película se desarrolla desde la tarde previa a la fiesta hasta el día posterior, y nos muestra los incontables problemas en los que se meten los protagonistas, primero para conseguir el alcohol, y luego para lograr su objetivo final.

Lo que tiene realmente de destacable el film es su intención de humanizar a sus personajes, tratando de alejarse del estereotipo del adolescente tan visto en las comedias yanquis. La interacción entre los dos protagonistas principales es sincera y creíble, llegando a momentos de inesperada emoción para esta clase de filmes. Esto es especialmente notable cuando la peli hace hincapié en el sentido de amistad que sienten los protagonistas y en su percepción de que se está terminando una etapa, para empezar otra (la adultez). Más allá de esto, se trata de una comedia, y hay más de un segmento realmente gracioso, en especial en la subtrama de McLovin con los dos oficiales de policía.
Pero la película, a pesar de sus aspectos positivos, no logró conectar conmigo. En muchos momentos no podía evitar preguntarme cuál era el punto al que quería llegar el film. Me pareció que en su intento de querer despegarse de la habitual comedia, terminó siendo un híbrido por momentos bastante aburrido. Hay un intento loable por darle preponderancia a los diálogos, pero muchos de ellos se extienden inexplicablemente y, como dije, no parecen tener un rumbo claro. Esto me terminó cansando.

A esta altura, tengo claro que no comparto mucho el entusiasmo creado por la figura de Judd Apatow, el productor detrás de ésta y otras comedias (Virgen a los 40). Salvo en los films con Will Ferrel (a quien le compro casi todo lo que hace), lo ofrecido por Apatow no suele generar en mí gran interés. En este caso, el guión estuvo a cargo de Seth Rogen, habitual actor de la factoría Apatow, que aquí interpreta a uno de los policías. Sin dudas, es una cuestión de gustos, porque mucha gente, incluida una buena parte de la crítica, saluda a Apatow como un notable creador de comedias.
En fin, conmigo Superbad no funcionó. Valoro sus buenas intenciones, pero no el resultado final. Malditas expectativas previas... Una lástima, qué quiere que le diga.

miércoles, 14 de enero de 2009

Regresos con (y sin) gloria

No hay nada que Hollywood ame más (aparte de los finales felices) que los regresos. En la historia del cine ha habido varios regresos de artistas que, por distintos motivos, habían caído en "desgracia" y luego, por los avatares del destino, resurgieron de sus cenizas. El más reciente en esta historia de renacimientos es el de Mickey Rourke, flamante ganador del Globo de Oro al Mejor Actor Dramático (por The Wrestler), y serio candidato a llevarse el Oscar. También este año se destacó Robert Downey Jr., aunque lo suyo fue más una confirmación que un regreso, ya que venía laburando bastante. Habrá que ver si lo de Rourke se afirma como una vuelta a los primeros planos, o termina siendo sólo un punto alto en su llanura artística.

Aquí, algunos ejemplos de regresos del cine, y el desenlace que tuvieron:

Burt Reynolds (Boogie Nights, 1997): una de las estrellas más exitosas de la década del '70, Reynolds cayó en un pozo durante los '80 y los '90. Excepto por su exitosa serie de TV Evening Shade, su carrera naufragaba entre proyectos mediocres y poco exitosos. Pero en 1997 Paul Thomas Anderson lo rescató, dándole el rol del cineasta pornógrafo Jack Horner. Su actuación le valió varios premios y una nominación al Oscar como Actor de Reparto. Lamentablemente, perdió contra Robin Williams, algo de lo cual nunca se recuperó del todo (¿quién podría?), volviendo a la mediocridad habitual.



Marlon Brando (The Godfather, 1972): un genio indiscutido que tuvo una década del 50 gloriosa. Pero, dado su caráctar inestable y problemático, comenzó a ser visto como un cuco por los productores. Así fue que, entrados los años '60, nadie quería arriesgarse a contratarlo. Hasta que llegó Coppola y le exigió a Paramount que le diera una chance para interpretar a Vito Corleone. Lo hicieron, y el resto es historia, Oscar incluido. Brando afianzaría su regreso al año siguiente con Last Tango in Paris, otra actuación memorable. Luego, nuevamente, su carrera continuó de forma errática, lo mismo que su vida privada.


John Travolta (Pulp Fiction, 1994): hasta que Tarantino lo rescató de la mediocridad, Travolta seguía siendo visto como Tony Manero, el bailarín de Saturday Night Fever. Pero su interpretación de Vincent Vega redefinió su carrera, logrando tal vez el renacimiento más exitoso en la historia del cine. Si bien desde entonces ha participado en varios bodrios, Travolta supo aprovechar su regreso, y sigue siendo uno de los actores más importantes y cotizados de Hollywood.


Dennis Hopper (Blue Velvet, 1986): un actor que comenzó en los '50 junto a íconos como James Dean, y que a fines de los '60 tocó la gloria al actuar y dirigir Easy Rider. Pero luego, su grave adicción a las drogas lo llevó al borde de la locura, apareciendo sólo esporádicamente en films, como Apocalypse Now. En los '80 comenzó un lento "regreso", hasta que en 1986 David Lynch le dio el papel de Frank Booth en Blue Velvet. Su actuación, terrorífica, cómica y exagerada, lo devolvió a los primeros planos. Su regreso se consolidó ese mismo año, al ser nominado al Oscar por Hoosiers. Hasta el día de hoy, Hopper ha logrado mantener una carrera activa y exitosa, principalmente como actor de reparto.

Al Pacino (Sea of love, 1989): actor fundamental del cine norteamericano de los '70, Pacino tuvo una serie terrible de fracasos desde mediados de esa década hasta fines de los '80 (incluyendo Scarface, a pesar del seguimiento de culto que luego obtendría). Pero con esta peli el viejo Al recuperó, como Austin Powers, su mojo. No sólo demostró que podía protagonizar un éxito, sino que podía ser sexy(!). Los años siguientes serían los más exitosos, comercialmente, de su carrera, y terminaría obteniendo el tan esquivo Oscar a Mejor Actor por Scent of a Woman, en 1992.

lunes, 12 de enero de 2009

Robert Downey Jr. sigue en alza

Luego de un 2008 excepcional (Ironman, Tropic Thunder), Robert Downey Jr. espera un 2009 no menos rutilante. Además de hacer el papel principal en la Sherlock Holmes de Guy Ritchie, Downey Jr. protagonizará la nueva película de Joe Wright (el aclamado director de Atonement). El film, llamado The Soloist, cuenta la historia real del periodista Steve Lopez (Downey Jr.), quien en el 2005 descubrió en las calles de Los Angeles a un vagabundo que resultó ser Nathaniel Ayers, (Jamie Foxx) un ex prodigio de la música clásica. La historia muestra el intento de Lopez por devolver a Ayers al mundo de la música, y la relación de amistad que se generó entre ambos.
El film, que cuenta también con la actuación de Catherine Keener, pinta como uno de los más importantes de este año. En USA se estrena el 24 de abril. En Argentina, quién lo sabe. Ojalá que pronto. Aquí, les dejo el trailer.


lunes, 5 de enero de 2009

Mi nombre es Harvey Milk


Título original: Milk (USA, 2008) / Dirección: Gus Van Sant / Elenco: Sean Penn, James Franco, Josh Brolin, Emile Hirsch, Diego Luna / Duración: 128 minutos

Milk marca el regreso de Gus Van Sant al cine mainstream, luego de pasar casi una década entregando filmes independientes de bajo presupuesto. Y si bien no hay muchos aspectos negativos que yo pueda remarcar sobre esta película, sí debo aclarar que aquellos que disfrutaron del estilo narrativo más despojado y poético de los últimos trabajos de Van Sant pueden llegar a sentirse decepcionados con su enfoque en este caso, mucho más formal y políticamente correcto (como ha sido un poco el caso de sus anteriores incursiones en el mainstream).
El film cuenta la historia de Harvey Milk, el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los EEUU. Milk, trágicamente, sería luego asesinado por un colega de su distrito (no se preocupen que no estoy arruinando la sorpresa, ya que este punto se aclara ni bien comienza el film). La película retrata la vida de Milk a partir de su cumpleaños número 40, momento en el que decidió dar un vuelco a su existencia. Cansado y aburrido de su rutina como ejecutivo de negocios, se mudó a San Francisco, sin un plan concreto, para empezar una nueva vida junto a su reciente pareja, Scott. Una vez allí, fue involucrándose con el activismo político a favor de los derechos de los homosexuales, generando un seguimiento cada vez mayor y convirtiendo a su barrio, conocido como The Castro, en un epicentro de la cultura homosexual. Tal fue su convocatoria que, a los pocos años, y luego de un par de intentos fallidos, terminó siendo elegido como supervisor de su distrito.

Como aclaré al principio, hay muy poco para reprocharle a este film. Su factura es impecable en casi todo sentido. En el centro de la película está la actuación de Sean Penn, que es previsiblemente excelente. El actor no sólo logra la difícil tarea de interpretar a un personaje público (si bien desconocido fuera de USA) sino que consigue ponerse en la piel de un homosexual sin caer nunca en la exageración o en el facilismo. Si bien Penn se vale de algunos gestos y modismos que dan cuenta de la condición del personaje, lo hace con absoluta naturalidad, credibilidad y respeto. Lo fundamental de su actuación, principalmente, es que consigue llegar a la esencia de este ser humano, logrando uno de los trabajos más sinceros (y agradables) de su carrera. Pero Penn no es el único con un rol destacable. James Franco también se luce como Scott, el joven novio de Milk que hace lo posible por soportar la exposición que su pareja va obteniendo. Es un personaje complejo al cual Franco le da una profundidad y adultez que yo le desconocía. También es perfecto lo de Emil Hirsch, quien interpreta a Cleve Jones, un pintoresco joven que termina uniéndose a las filas de Milk. En cambio, no me pareció gran cosa lo de Josh Brolin, como Dan White, el conservador político que era una especie de némesis de Milk y que, eventualmente, sería quien lo asesine. Es un personaje conflictuado al cual el film trata de humanizar (lo cual es muy destacable) pero al que Brolin, al menos para mí, no logró desarrollar plenamente.

La dirección de Gus Van Sant es ajustada, relatando de manera lineal el ascenso de su personaje central. Tal vez le falte un poco de background a la historia, algo que fundamente más lo que motivó a Milk a hacer todo lo que hizo. Además, como aclaré, el enfoque de Van Sant tal vez resulte demasiado respetuoso y convencional para los seguidores del director. Es posible que la figura de Milk tuviera tanta relevancia para Van Sant que no pudo evitar caer en un par de lugares comunes, propios de los dramas biográficos. Reitero, es un film narrado de manera intachable. Pero sabiendo quién se encontraba detrás de cámaras, uno hubiera deseado un poco más de “poesía”. Eso sí, visualmente es muy bello, y Van Sant hace un eficaz uso de material de archivo, mezclando de manera imperceptible viejas entrevistas y discursos reales con el resto de la película.
En síntesis, un film muy recomendable, en especial para quienes disfruten de las biografías y de las historias cargadas de política. Pero aquellos que busquen encontrar aquí las señas particulares de Van Sant como artista independiente, mejor que vayan por otro lado. Eso sí, quienes quieran ver a un gran actor interpretando de manera brillante a un notable dirigente homosexual, saldrán más que satisfechos. Y ojo, no es que esto tenga nada de malo... (chiste para fans de Seinfeld).

Mi nombre es Harvey Milk se estrenaría en Argentina en febrero de 2009.


miércoles, 31 de diciembre de 2008

Tarde pero seguro: Apocalypto

Llegamos a fin de año, y yo sigo inventando secciones... Bah, en realidad, sigo hablando de películas. Ahora voy a aprovechar este espacio también para hablar de pelis que no vi en su momento y que la magia de la televisión por cable, o del DVD, me ha permitido apreciar recientemente. Y como soy un tipo re-bueno, les dejaré mi opinión sobre ellas. En este caso, Apocalypto.
La verdad es que un poco me resistía a mirar esta peli dirigida por Mel Gibson, principalmente por la poca simpatía que el borrachín antisemita me despierta. Pero decidí hacerlo porque me considero una persona de mente abierta, capaz de dejar de lado ese tipo de cuestiones a la hora de valorar una obra. Y debo admitir que el chifladito de Gibson logró una película interesante, distinta y, en algún punto, valiente.
El film tiene lugar en la época del imperio Maya. Allí, una pequeña tribu es arrasada por los poderosos guerreros del imperio, quienes se llevan a la mayoría de los hombres como prisioneros. Entre los que son atrapados está Garra de Jaguar, un joven y aguerrido cazador que, antes de ser llevado, logra esconder a su mujer embarazada y a su pequeño hijo en una profunda fosa, de la cual sólo podrán salir si él regresa a buscarlos. Esto, claro está, no será fácil, ya que el destino de los prisioneros es el sacrificio humano ante una multitud enardecida. Pero Garra de Jaguar hará lo imposible para volver por su familia.

En su momento la película despertó gran polémica debido a las supuestas inexactitudes del guión. Al parecer, su rigor histórico no es del todo preciso. Se mezclan distintas épocas y costumbres, y se dan por sentadas algunas características de los Mayas que nunca fueron comprobadas. Pero lo cierto es que yo no soy un estudioso del tema, así que no sé hasta qué punto la peli entra en errores graves. Sí debo decir que visualmente es muy impactante y, para quien desconozca los datos históricos exactos, muy creíble. Los actores (todos desconocidos) están muy bien caracterizados y sus personajes tienen rasgos propios bien definidos, dándole al film un necesario dramatismo.
Un ingrediente importante a destacar es el grado de violencia del film. A esta altura está claro que Gibson, como director, tiene un gusto indudable por la violencia explícita. Tanto Braveheart, La Pasión de Cristo y Apocalypto, si bien con distintos niveles, demuestran que el hombre no tiene empacho alguno en regodearse en escenas gráficamente sangrientas, que suman al realismo de la cinta. Otro punto interesante de destacar es que Apocalypto es, en definitiva, un film de acción y aventuras, por lo cual creo que su falta de rigor histórico no es tan importante a la hora de valorar el resultado final. El último tramo del film, especialmente, llega a altos niveles de tensión y nerviosismo.

En conclusión, un film imperfecto pero que se configura como un intento válido por hacer algo diferente. Al menos hay que reconocerle a Gibson el haber logrado mantener su visión artística como director, sin basar sus elecciones en el supuesto éxito que su film pudiera llegar a tener (por ejemplo, está enteramente hablado en dialecto maya). Considero que, al menos por esto, el tipo merece un reconocimiento. Ok, es un nazi, fanático religioso y alcohólico. Pero nadie es perfecto, che.