Es bastante común que los músicos se decidan a probar suerte en la actuación, aunque no siempre lo hacen con propiedad. En muchos casos, se trata simplemente de raptos de vanidad (Britney Spears, Mariah Carey, Whitney Houston); en otros, de meras excusas para promocionar su música (como lo hacían Elvis Presley o los Beatles; o lamentables casos argentinos como Donald y Palito Ortega). Pero, cada tanto, aparecen músicos que se toman la actuación como algo serio, como una parte integral de su carrera artística. Acá, algunos ejemplos destacados.
David Bowie:
Uno de mis artistas favoritos, sin dudas. Este genial músico desde siempre se ha tomado la actuación en serio. Aunque no es de extrañar que alguien que encarnó tantos personajes en su carrera musical tenga una indudable aptitud para la actuación. Ya sea como protagonista o actor de reparto, el Duque Blanco demostró siempre en cine tener la misma clase que para la música. Momentos destacados: The man who fell to Earth (1976), The hunger (1983), Merry Christmas Mr. Lawrence (1983), Labyrinth (1986), Twin Peaks: fire walk with me (1992), The prestige (2006).
Tom Waits:
Este músico, bohemio y poeta es de esos artistas que tienen una integridad intachable. Waits siempre hizo la música que quiso, y siempre actuó en los filmes que quiso. Como actor transmite lo mismo que como músico: esa personalidad despreocupada y canchera, propia del que tiene a la calle, la noche y los bares como su universo. Ha trabajado con Coppola (One from the heart, 1982; Rumble Fish, 1983; Cotton Club, 1984; Dracula, 1992), Jim Jarmusch (Down by law, 1986; Coffee and Cigarettes, 2003) y Robert Altman (Short cuts, 1993), entre otros.
Rubén Blades:
Músico panameño que se viene desempeñando hace muchos años como actor de reparto en producciones hollywoodenses. Si bien en su música ha sido siempre bastante crítico con el imperialismo yanqui, parece no tener inconvenientes en trabajar en su industria cinematográfica. ¿Contradictorio? Puede ser. Pero al menos actúa bastante bien el hombre. Trabajó bajo las órdenes de Robert Redford (The Milagro Beanfield War, 1988), Spike Lee (Mo' better blues, 1990), Jack Nicholson (The two Jakes, 1990) y Tim Robbins (Cradle will rock, 1999).
Kris Kristofferson:
Cuasi leyenda de la música folk norteamericana que incluso tuvo un par de revolcadas con Janis Joplin. Ha protagonizado varias pelis en el pasado (Pat Garrett and Billy the Kid, 1973; A star is born, 1976), pero en los últimos años lo suyo pasó más por los roles secundarios (Lone Star, 1996; Blade, 1998). Con su cara de pequinés enojado impone una indudable presencia para roles de carácter.
Frank Sinatra:
El “Chairman of the Board” actuó en muchísimas películas. Y más allá de sus payasadas con el Rat Pack (Sammy Davis Jr, Dean Martin, Bing Crosby) el tipo demostró ser muy solvente en roles dramáticos, llegando a ganar un Oscar por su papel secundario en From here to eternity (1953), con el que revivió su carrera. De hecho, la leyenda cuenta que este papel lo consiguió gracias a sus contactos con la mafia. Esta supuesta historia se utilizó luego en El Padrino, con la famosa escena de la cabeza de caballo en la cama del productor de cine. Como todo, Frankie lo logró “a su manera”...
Cher:
A pesar de que su cara ultra operada actualmente le impide gesticular como un ser humano normal, la ex pareja de Sonny Bono dio varias muestras de su capacidad actoral. No sólo en su papel en Hechizo de Luna (Moonstruck, 1987), que le valió el Oscar a mejor actriz, sino en filmes como Mask (1985), donde hacía de la madre de un chico severamente deformado, o en Silkwood (1983), donde se lució nada menos que con Meryl Streep al lado.
Y para cerrar, nombro a los siguientes, que actuaron una vez sola, pero lo hicieron bien:
-Eminem, en 8 mile (2002). Ok, hacía de él mismo, pero estuvo mucho mejor de lo esperado.
-Dexter Gordon, en Round Midnight (1986). Esta leyenda del jazz se lució en el film de Bertrand Tavernier, logrando incluso una nominación al Oscar.
-Steven Van Zandt, en The Sopranos (1999-2007). El guitarrista de la E Street Band la rompió como Silvio Dante, la mano derecha del gordo Tony.
-Bjork, en Dancer in the dark (2000). Bajo las órdenes de Lars Von Trier, la islandesa se destacó en este inusual, y deprimente, musical.