viernes, 30 de noviembre de 2007

Vamos a la ruta

En estos momentos preparo mis valijas para salir a la ruta y emprender el largo camino a casa (y a la tan "amada" rutina). Por estos días también ando preparando un programa especial para Querido Rock (http://www.queridorock.com.ar/), en el cual hablaremos sobre 1967, un año fundamental para la historia del rock (y para el mundo). El año de la cultura hippie. Y como dijo el filósofo Pancho Ibáñez, "todo tiene que ver con todo". Por eso, unifico el salir a la ruta con el año '67 y me surge hablar de una gran película: Easy Ryder (1969).

Conocida aquí como Busco mi Destino, se trata de un verdadero clásico. La película cuenta la historia de dos hippies (Dennis Hopper y Peter Fonda) que deben trasladar un cargamento de marihuana en moto a lo largo de USA. Entre los peculiares personajes que se cruzan en su trayecto está un exéntrico abogado, interpretado por Jack Nicholson (en su primera nominación al Oscar), que decide sumarse al viaje de los dos motoqueros. Lo que hace interesante a este filme, dirigido por Hopper, es que funciona como una cápsula del tiempo, retratando vívidamente la cultura hippie, sus ideales (que resultarían imposibles) y los prejuicios con los que debía luchar en aquellos tiempos. Tal vez el filme ahora quede un poco antiguo y desactualizado, pero sigue siendo un clásico y, como dije, un retrato único de una época muy especial. Y tiene una gran banda de sonido acorde al momento (Jimi Hendrix, The Band, Jefferson Airplane, Steppenwolf y muchos más).
Además, al igual que ellos, yo también ando buscando mi destino (bah, supongo que todos, ¿no?).
Bueno, vamos a la ruta...

lunes, 26 de noviembre de 2007

De vacaciones

Les comento que estoy en plenas vacaciones. Así es. Me tomé el palo con la flía para tratar de desintoxicarme de la maldita ciudad. Una semanita lejos del infierno diario. Espero volver algo renovado. Si se me ocurre alguna cosa para escribir en medio de tanto verde, playa y vino tinto, es posible que postee algo nuevo.
Mientras tanto, les dejo una foto con mi familia para que vean lo bien que la estamos pasando. Saludos!!!

sábado, 24 de noviembre de 2007

Hannibal, el más malito

Y ganó Hannibal Lecter nomás. Así es, el personaje creado por Thomas Harris e inmortalizado por Anthony Hopkins fue elegido por Uds. (con un 56% de los votos) como el loquito más aterrador de todos. Y si bien es cierto que en El Silencio de los Inocentes el tipo daba miedo (basta recordarlo enmascarado y atado a esa camilla vertical), también es justo decir que no era el verdadero villano de la película. De hecho, él ayudaba a atraparlo.
Lecter es uno de esos personajes siniestros pero brillantes, que nos atraen por su personalidad e inteligencia. A pesar de que los espectadores sabemos los terribles actos de los que es capaz, no podemos evitar sentir simpatía hacia él. Y esta es una sensación que se acrecentó con las sucesivas películas (Hannibal y Red Dragon), en las que Hopkins acentuó los guiños hacia el espectador, convirtiéndonos en cómplices de sus maquinaciones. Además, la lógica de Lecter, generalmente, lo lleva a castigar a aquellos que se lo merecen (al menos desde su óptica).
A mí, personalmente, me da más miedo la enfermera Wilkes. La imagen de ella con el martillo y el tipo atado a la cama, como diría el Dr. Chapatín, me da cosa. Pero es verdad que tener a Lecter de vecino también me inquietaría bastante. En definitiva, un personaje y una interpretación inolvidables. Aunque a esta altura, Hannibal más que un villano es un amigo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

El extraño mundo de Wes

Hay un cineasta con el cual mantengo una relación casi de amor-odio (de mi parte, claro. Él no creo que me conozca). Se trata del Sr. Wes Anderson. Un director distinto, sin dudas, con una imaginación muy particular. Sus películas están construidas como si fueran fábulas, en las cuales los protagonistas parecen más personajes que personas. No es la intención de Wes que sus criaturas sean una representación realista de un ser humano. Son más bien un concepto, una suma de características, antes que personas reales. Lo mismo se aplica a su visión del mundo, siempre con tintes surrealistas.

Qué me gusta de sus películas:
Su originalidad, el sentido del humor agudo, el surrealismo, su detallismo visual, Bill Murray, las bandas de sonido plagadas de temas de los 60s y 70s.

Qué no me gusta de sus películas:
La “pomposidad”. Ese dejo de superioridad e intelectualismo que las empapa. Por otro lado, esa forma que mencioné de encarar a sus personajes hace que mantengamos una cierta distancia, evitando que logremos una identificación profunda con ellos.

Pero mas allá de estos reparos, lo cierto es que Anderson ha logrado crear, a lo largo de su carrera, un universo propio e identificable. Sus filmes tienen un look muy particular. Tienen una identidad visual muy marcada. Como dije, son como cuentos filmados. Además, suele trabajar frecuentemente con los mismos actores: Murray, Luke y Owen Wilson (este último coguionista de casi todos sus filmes), Jason Schwartzman, Anjelica Huston, Seymour Cassel.
Es destacable, también, que el tema más recurrente (casi omnipresente) en su filmografía sean las relaciones familiares, en especial padre-hijo. Y su nueva película, The Darjeeling Limited, parece no ser la excepción. Los comentarios que llegan hacen esperar una típica obra de Anderson, con todos los ingredientes (para bien y para mal) descritos arriba. Será cuestión de verla.
En conclusión, me doy cuenta de que, en realidad, no siento nada de odio hacia sus películas. Me gustan mucho, de hecho. Pero siento que nunca terminan de gustarme tanto como deberían. Como que son “casi” geniales, “casi” grandiosas. Y eso me da bronca. Como que me pregunto “¿¿Por qué no me gustó más esta película??” De todas formas, creo que a alguien con una visión tan original como Anderson, es justo perdonarle ciertos “pecados” o caprichos. Agradezcamos que existan estos tipos, aun con sus imperfecciones, que nos regalan algo distinto de tanto en tanto.

He aquí su filmografía, con una breve opinión/descripción de cada peli:
  • Bottle Rocket (1996): con los Wilson. Comedia chiquita sobre ladrones. Bastante graciosa.
  • Rushmore (1998): la mejor. Y la que dio inició a la época dorada de Bill Murray, aquí como el mentor/némesis de un extravagante estudiante secundario.
  • The Royal Tenenbaums (2001): todo es estilo en esta pomposa historia de una familia disfuncional. Actuaciones brillantes, en especial de Gene Hackman.
  • The Life Aquatic with Steve Zissou (2004): un delirio. Me encanta por Bill Murray y las canciones de David Bowie. Creo que es para verla fumado.
  • The Darjeeling Limited (2007): una incógnita. Con Owen, Schwartzman y Adrien Brody como hermanos.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Otra Historia de Amor

La verdad que las películas de amor mucho no me van. Siendo un cínico de mierda, pienso que, en líneas generales, la mayoría son típicas historias edulcoradas, cargadas de clichés y con esperables finales felices. Pero de vez en cuando el cine nos regala historias de amor hechas con inteligencia, buen gusto y, a veces, algún toque retorcido. Acá destaco algunas (tengo más, pero para próximas entregas):

Alta Fidelidad (High Fidelity, 2000): John Cusack hace del dueño de una disquería, con serios problemas de compromiso, que rompe con su novia y se pasa el resto de la película lamentándose y tratando de averiguar el por qué de sus fracasos amorosos. A la larga, claro, se dará cuenta de que no puede vivir sin ella. Una gran película, en especial para los amantes de la música, con un graciosísimo Jack Black en el papel del empleado de Cusack. Basada en la novela de Nick Hornby.

Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004): la segunda colaboración entre el director Michel Gondry y el guionista Charlie Kaufman es una comedia dramática, con tintes surrealistas, en la que Jim Carrey hace de un tipo melancólico que contrata a una empresa para que le borre de su cerebro todos los recuerdos que tenga de su ex pareja (Kate Winslet). Un rompecabezas original y desafiante, que bucea de manera brillante en la mente (y el corazón) de sus protagonistas y que, en definitiva, postula que el amor verdadero siempre encuentra el camino para (re)encontrarse.

Dos Extraños Amantes (Annie Hall, 1977): Woody Allen interpreta a Alvy Singer, arquetípico personaje suyo (judío, neoyorquino, neurótico) que comienza una relación con la inestable mujer que da nombre al film. Una notable reflexión sobre las relaciones amorosas, contada de manera magistral y llena de las típicas observaciones y diálogos agudos del director. Demostró que Woody estaba para mucho más que simples comedias. Ganó el Oscar a mejor película, director, actriz (Diane Keaton) y guion.

Hedwig and the Angry Inch (2001): esta película es una locura. John Cameron Mitchell trasladó a la pantalla grande su obra musical off Broadway acerca de un cantante travesti que vive obsesionado con una estrella de rock en ascenso, a quien él había iniciado en la música (y en el amor) cuando era sólo un púber. Original y divertida, con excelentes canciones de glam rock creadas por Mitchell y Stephen Trask. Uno de los pocos musicales que tendría en mi videoteca.

Cuando Harry Conoció a Sally (When Harry Met Sally, 1989): un clásico. La historia de cómo Harry (Billy Crystal) y Sally (Meg Ryan) se conocen y, a lo largo de los años, continúan una relación de amistad, hasta que el amor, previsiblemente, complica las cosas. Esta comedia es una de esas películas para ver una y otra vez. Una gran oportunidad de disfrutar de la incomparable gracia de Crystal y de recordar cómo era Meg antes del colágeno. Dirigida por Rob Reiner.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Cumple

¡Cumplimos un mes! Toda una vida... Bue, al menos para algunos insectos... Y lo cierto es que a mí me picó un bichito. El del blog. Cada vez me gusta más esto de escribir en este espacio. Desde ya, agradezco enormemente a los que me visitan y a los que dejan sus opiniones. Como diría un Cacho Fontana: Sin Ustedes allí, Nosotros aquí, ¿para qué? Así que espero que sigamos en el buen camino y que cada vez seamos más.¡Felicidades!

martes, 13 de noviembre de 2007

Cine "Arte"

Siempre me pareció una pelotudez el concepto de "cine arte". Esa suposición snob de que existe un cine superior a otro. De que cierto cine merece más respeto y admiración por sus supuestas aspiraciones artísticas. Una locura... Esta es la visión que ha hecho que tengamos que soportar que "autores" como Eliseo Subiela se creyeran que estaban por encima de los mortales por meter un poema de Neruda o porque en sus películas la gente cuando coge flota a dos metros de la cama.
¿Alguien me puede explicar por qué, por ejemplo, Bourne Ultimatum no es una obra de arte? ¿O, estirándome un poco más, Duro de Matar 4? ¿O acaso se supone que una película debe, obligatoriamente, aspirar a algo más que entretener? Ojo, no tiene nada de malo querer lograr una obra profunda, que perdure en el alma y la mente del espectador. Todo lo contrario. Es extraordinario cuando eso ocurre. Pero querer no siempre es poder. Si no Jorge Polaco o Ed Wood serían considerados genios, y no dos íconos de lo bizarro.
No me malinterpreten. Yo prefiero el cine poco comercial. Amo lo nuevo, lo original. Me encantan David Lynch (y no puedo imaginar a nadie más alejado de lo comercial que él), Cronenberg, Spike Jonze... Me aburren (casi todas) las películas de Jerry Bruckheimer. Pero hablo de algo más básico: todo cine es arte. Desde el vamos. No podemos determinar si algo es valioso por sus intenciones primarias, si no por su resultado. E incluso allí es complicado valorar. Porque, como dije, el cine es arte. ¿Y el arte cómo se valora? ¿Cómo se compara? ¿Con qué criterio se puede decir que Mullholland Drive es buena, mala o excelente? Es como calificar a un cuadro de Kandinsky o Pollock. ¿Cuál es mejor?
Es un tema interminable, sin dudas. Y obviamente que existe un cine que intenta aportar ideas y pensamientos profundos, y otro que maneja sus variables con un simple causa-efecto, buscando sólo un resultado comercial. Pero esto no signfica que alguno de los dos deba ser subestimado o rechazado de plano. ¿Cuántas veces nos ensartamos con obras que venían llenas de aspiraciones? ¿Y cuántas nos sorprendimos con otras por las que no dábamos dos mangos? Porque si uno lo analiza, un guion sobre un bicho mutante extraterrestre que se mete dentro de la gente y la destripa puede sonar bastante pedorro. O puede transformarse en un clásico de la ciencia ficción. Así que nunca se sabe... Ok, estoy bastante seguro de que la nueva de Brigada Explosiva va a ser una mierda, pero... quién te dice...